1-Usted debe reconocerse pecador delante de Dios. Dice la Biblia: “Por cuanto todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro. 3:23).
2- Debe arrepentirse sinceramente y pedir el perdón de Dios por sus pecados. Él está listo para perdonar a todo aquel que le pide el perdón. “Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, pues vendrán los tiempos de refrigerio de la presencia del Señor” (He. 3:19).
3- Debe confesar con su boca que Jesucristo es el Salvador de su alma y que sólo a través de Su muerte y resurrección obtiene el perdón de los pecados (Ro. 10:9-10).
4- Recibir a Cristo como único y exclusivo salvador de su alma. “A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Jn. 1:12).
5- Debe andar en una vida nueva, dejando los pecados y la vida antigua atrás. “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mt. 24:13). Debe ocuparse de su salvación y no descuidarla por nada. “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (He. 2:3).
6- Busque una iglesia donde se predique el Evangelio completo, esto es, que Cristo Sana, Salva, Bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y que vuelve otra vez por Su Iglesia, una sin manchas ni arrugas espirituales (Ef. 5:27).
2- Debe arrepentirse sinceramente y pedir el perdón de Dios por sus pecados. Él está listo para perdonar a todo aquel que le pide el perdón. “Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, pues vendrán los tiempos de refrigerio de la presencia del Señor” (He. 3:19).
3- Debe confesar con su boca que Jesucristo es el Salvador de su alma y que sólo a través de Su muerte y resurrección obtiene el perdón de los pecados (Ro. 10:9-10).
4- Recibir a Cristo como único y exclusivo salvador de su alma. “A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Jn. 1:12).
5- Debe andar en una vida nueva, dejando los pecados y la vida antigua atrás. “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mt. 24:13). Debe ocuparse de su salvación y no descuidarla por nada. “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (He. 2:3).
6- Busque una iglesia donde se predique el Evangelio completo, esto es, que Cristo Sana, Salva, Bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y que vuelve otra vez por Su Iglesia, una sin manchas ni arrugas espirituales (Ef. 5:27).
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